BARRERAS CONTRA EL AMOR.

En silencio debí quedarme, no fue conveniente decirte que me encantabas, era mejor guardar silencio y nunca abrir mi boca para hacer saber que mi corazón latía por ti. El amor que nacía y evolucionaba decidió congelarse y marchitarse poco a poco, tuve que matarlo antes de que creciera vertiginosamente, tu corazón no seria para mi y debí aceptarlo, y aquel gusto que me atraía de ti lo hice desaparecer en medio de mi soledad y nostalgia.

Creí que viendo tu camino despejado podía acercarme lentamente y susurrarte lo mucho que me estaba enamorando de ti, que solo verte mi corazón se aceleraba y me hacia torpe a todos tus encantos, pero algo ocurrió aquella tarde, esa misma tarde decidí enterrar vivo lo que sentía, decidí atentar contra el amor naciente, y aceptar que nunca seré parte de tu vida ni aun en mis propios sueños.

Tu sonrisa cautivante me atraía mas y mas hacia a ti, tu mirada, aquella que emana chispas de energía me alumbraban la esperanza de poder llegar a tu corazón, tus labios, que con mucha energía anhele besarlos y sentirlos mientras soñaba despierto, era como una historia de amor, pero ya no había manera alguna y me arme de valor. Te confesé que me gustabas, que me atraías, que hacías en mi una especie de huracán de sentimientos dejándome indefenso ante cualquier agonía, que me robaste suspiros aun en mis peores momentos, pero mi verdad fue mi peor castigo, y en pocas palabras entendí A MI CORAZON JAMAS SERAS BIENVENIDO..!!!

Tu sinceridad daño las bases de lo que sentía, de ese amor que poco a poco nacía, y que de una manera u otra vivir el lo quería, pero debí sentarlo y decirle al corazón AMIGO ESA FUE SU DECISION..!!!, me quise convertir en esclavo de sus deseos, en pirata de sus tesoros, pero mi vuelo era rápido y muy alto y caí al vacio de la ignorancia y la realidad.

Acepte que no seria para ti nunca en la vida, que no seria ni siquiera el bufón de tu reino, solo fui un humilde plebeyo enamorado de la reina inalcanzable, que deberá observar desde las sombras como el amor crece en un corazón ajeno, no queda nada que buscar en medio de las ruinas de una esperanza que estaba levantándose rápidamente pero que luego se desplomo sin mostrar una causa aparente.

Si había una causa aparente y fue la verdad, la verdad que tuve que aceptar aquella tarde de confesiones, me aleje sin lagrimas ni dolor, el corazón en silencio se quedo, y descubrió sin lugar a dudas que si existen LAS BARRERAS CONTRA EL AMOR.

ACEPTANDO REALIDADES (ORIGINAL)
GERARDO CAPIELO